La Espiritualidad de nuestra Congregación, "Hijas del Sagrado Corazón de Jesús", tiene como fuente por excelencia el Corazón de Jesús, símbolo del amor. Por tanto, nuestra vida espiritual debe estar animada por el amor, basada en la fe, nutrida en la Eucaristía y en su Palabra, que nos impulse a amar a nuestros hermanos.
En el desarrollo de la vida espiritual la oración ocupa un lugar primordial. Es un medio sin el cual no es posible alcanzar la perfección; por lo cual, es preciso orar en todo momento sin desfallecer.